Los colores estallan, una banda sonora llena la habitación y su hijo está absorto en una aventura con su personaje favorito en su tablet. Su sonrisa es inconfundible hasta que aparece una inocente burbuja y su juego se interrumpe.
"¡DESBLOQUEA TODOS LOS NIVELES POR 2,99€!"
La burbuja va acompañada de un discreto botón de cancelación que está tan bien disimulado que podría ser un juego de puzzle en sí mismo. Segundos después, su cuenta bancaria tiene 2,99 libras menos. Ahora imagine que su hijo juega a este juego dos veces al día, siete días a la semana.
El peligro de las compras dentro del juego es una preocupación cada vez más frecuente para las familias. Se calcula que los niños de 3-4 años pasan tres horas al día frente a una pantalla. Esta cifra se eleva a cuatro horas entre los 5 y los 7 años y a 4,5 horas entre los 8 y los 11 años. La mayor parte del tiempo frente a la pantalla se dedica a los juegos y las aplicaciones, que habitualmente atraen a los niños para que realicen compras.
Muchas ventanas emergentes y anuncios se han diseñado para que parezcan parte de la aplicación. Por ejemplo, un regalo sorpresa cae en la pantalla a mitad del juego, animando a los niños a hacer clic en un anuncio oculto, la 'x' para cancelar la ventana emergente no aparece durante más de 10 segundos, por lo que el niño se frustra y pulsa la opción alternativa, que suele ser el botón de compra.
Muchos juegos también obligan a los niños a comprar fichas, desbloquear niveles o nuevos personajes para disfrutar plenamente de la diversión. Muchas ventanas emergentes tampoco son apropiadas para los niños, y algunos padres denuncian anuncios de medicamentos y productos de salud sexual.
Por supuesto, estas tácticas son algo a lo que la mayoría de los adultos se enfrentan cuando utilizan la tecnología, pero ¿por qué es tan preocupante cuando hay niños involucrados? Los niños son mucho más susceptibles de formar relaciones parasociales. Las relaciones parasociales son relaciones unilaterales en las que una persona invierte su tiempo y energía en alguien que no conoce la existencia del otro. Por ejemplo, un niño puede invertir sus emociones en un personaje de Disney o en una celebridad. Mientras la inteligencia emocional de un niño aún se está desarrollando, puede sentir la presión emocional de hacer compras relacionadas con los personajes o las personas que ama. Esto suele ocurrir con los anuncios y las compras dentro del juego. ¿Qué puede ocurrir si la princesa favorita de tu hijo le pide que pulse un botón para salvar su castillo?
También puede ser difícil para los padres saber qué aplicaciones son seguras, ya que incluso las consideradas "educativas" pueden presentar ventanas emergentes. Entonces, ¿cómo pueden las familias ayudar a sus hijos a utilizar aplicaciones y juegos de forma segura?
-
Comprender y utilizar los controles parentales
-
Utilice un tablet que ofrezca la posibilidad de restringir completamente las compras dentro de la aplicación. Todos los Pebble Gear tablets ofrecen esta función.
-
Activar la búsqueda segura si se utilizan motores de búsqueda
-
Explorar juntos sitios y aplicaciones
Familiarizarse con las herramientas mencionadas es esencial, pero también lo es mantener conversaciones abiertas y sinceras sobre los riesgos del uso de los dispositivos en línea. Garantizar que los niños se sientan seguros de contar a un adulto si algo les preocupa durante su uso de Internet es fundamental para evitar daños en su cuenta bancaria y en el bienestar de su hijo.